Sunday, October 9, 2016

ESCLAVIZADOS POR LA MAQUINA MAS ESTUPIDA DE TODAS

Quisiera poder decir que cuando alguna máquina tome el control de nuestras vidas, sea un supercomputador con inteligencia artificial. Para los que respetamos la inteligencia y consideramos que el instrumento analítico más poderoso es aún un cerebro humano, esa sería una noticia estremecedora. Ser superados por un razonador sintético más poderoso que nos exceda en la capacidad de integrar, comunicar ideas, fabricar herramientas, pensar en abstracto, e imaginar lo sobrenatural…

Lamentablemente la máquina para la que trabajamos sin paga y en la cual hemos gastado gran parte de nuestro ingresos y tiempo durante ya un siglo no tiene ninguna de estas características. Es más, no tiene absolutamente nada de raciocinio.

Esa funesta máquina es: El automóvil a gasolina.

¿POR QUE PAGAMOS USD 30000 POR ALGO QUE SOLO CUESTA USD 5000?

¿Realmente crees que ese montón de fierro, lustroso y pulcro debe costar tanto?
¿Que pensarías si yo te dijera que esa cosa que lavas cada fin de semana con afición, para ir a lucir ante tus amigos, que parece un artefacto futurista, en realidad no cuesta más de USD 2000 o hasta 5000 digamos, si contamos el precio por separado del motor, llantas, acero, aluminio, plástico y electrónica?

¿No se te caería la quijada y pensarías que te están robando, que te estafaron, que te vendieron algo super-sobrevaluado y te timaron aprovechándose de tu inocencia?

Pues siéntete así, tomate un calmante, sujétate, y continúa leyendo.

LOS GENIECILLOS DE DETROIT ENCONTRARON UNA MINA DE ORO

No es mi intención hablar mal de estos grandes hombres que fueron los que inventaron y perfeccionaron esta otrora poderosa máquina: Nicolas Cugnot, Karl Benz, Henry Ford, Rudolf Diesel, o Lee Iacocca. (Bueno, pensándolo bien Lee Iacocca tiene mis respetos, pero no encaja en la lista). Hablo de los que tomaron esta noble industria y la transformaron en la burbuja financiera más grande de la historia. Cualquier esquema de Ponzi o piramidal palidece en avaricia frente a esta desmedida ambición.

Y la verdad, el verdadero negocio sucio del vehículo a gasolina comenzó recién hace como 40 años. Hasta entonces, la industria global del automóvil, se manejó como un negocio de gringos con la moral anglosajona bien puesta. Fabricaban máquinas que cumplían la labor de mover a las personas y mercancías. Eran buenas, sólidas y sencillas. Un motor a gasolina, una transmisión super resistente y asientos lo suficientemente cómodos.
Se vendía bien, aunque igual con buenas ganancias.

Entonces se les ocurrió convertir al automóvil en una joya. Pero sin el valor intrínseco de éstas. Joyas falsas que brillaban y deslumbraban mucho más de lo que valían. Un esfuerzo enorme de publicidad logró el efecto deseado. Desde auspicio de carreras de superautos hasta sugestivos comerciales con modelos de pasarela a las cuales se podía conquistar con solo poseer un automóvil. El proceso de lavado de cerebro funcionó bien, entonces a pasar a la fase de cobro de ganancias.

Desde la invención del automóvil, la tecnología fue mejorando y haciéndose más barata. Pero los precios del automóvil no bajaban en la misma proporción de la tecnología. Y es que las empresas que los producen eran relativamente pocas en el mundo. OLIGOPOLIO, ésa es la palabra. Unos pocos fabricantes-vendedores que poniéndose de acuerdo entre ellos, fueron elevando los precios a fin de multiplicar sus dividendos más allá de todo privilegio.

Y lo lograron. Una vez que el automóvil estuvo posicionado como algo imprescindible por lo cual cada ciudadano debía pagar entre 20 y 30% de su ingreso mensual, la fértil imaginación de estos piratas continuó ideando increíbles formas de extraer más dinero del bolsillo de los consumidores inocentes.

Antes de que empezara el negocio usurero e insaciable del automóvil, los accesorios como: faroles, retrovisores, aros, adornos, etc. Eran genéricos. Es decir, los faroles podían ser redondos o cuadrados, cualquier marca servía y costaban barato. Ahora cada accesorio que deba reemplazarse, debe ser de la misma marca, modelo y año del automóvil que uno tiene. ¿Han ido a comprar un farol de stop? Entre 80 y 150 USD. Su verdadero valor en plástico no sobrepasa los 3 USD.

¿Repuestos para reparar el motor? Cualquier pieza metálica del motor tiene fácilmente un costo de 30 USD. Ese pedazo de metal que lamentablemente tiene que ser justo el adecuado o si no el motor no funcionaría, no tiene un valor mayor a 5 USD como pieza metálica fundida y pulida. Algunas piezas de simple hierro son más baratas todavía.  Así de dramático es el sobreprecio.

Las empresas automotrices dirán que el accesorio es costoso porque ellos tienen que fabricar un stock completo de repuestos y mantener ese stock durante décadas para cada marca, modelo y año, y eso encarece el costo. Esta falaz mentira nos lleva a la segunda parte del negocio.

Antes que las empresas automotrices me digan que ellos tienen que realizar investigación y desarrollo para aumentar la calidad, economía y aerodinámica de los automóviles, déjenme aclarar que desde que se introdujeron los motores a inyección, las mejoras en la electrónica de los autos ya no han aumentado mucho la eficiencia en el uso del combustible. Las mejoras en consumo son mínimas cada año porque ya no hay mucho adonde exprimirle a esa torpe forma de quemar el combustible que tiene el motor a gasolina, el cual desperdicia el 85% (sí, 85% ¿no lo sabían?) de la energía que quema. De hecho, los modelos de hace 20 años podrían seguir produciéndose ahora y no habría gran cosa de diferencia en consumo y eficiencia con respecto a los últimos modelos. Pero a las empresas automotrices les interesa cambiar el modelo más rápido. Algunas ya lo hacen cada 3 años. ¿por qué? Porque de esta forma, el consumidor tiene una fuerte presión social para “ponerse a la moda” y por lo tanto seguir invirtiendo en automóviles cada vez más nuevos pero que en funcionamiento y utilidad son prácticamente iguales a un auto de los 90s.
Y a estas empresas les interesa ese cambio continuo de modelo de auto porque así venden más repuestos. Los accesorios de los autos antiguos ya no sirven y el consumidor tiene que seguir comprando nuevos. Ese es el negocio. Cambiar modelos para que nada de lo anterior les sirva. Y a comprar todo nuevo.

EL MOTOR A GASOLINA, ESA ANACRONICA MAQUINA ESTACIONARIA.

Ya vimos cómo cada parte de este ingenio obsoleto e inadecuado tiene un precio de compra múltiples veces su valor real. Ahora veremos que no solamente es un contaminador tóxico, sino que fue utilizado en el automóvil no por satisfacer una necesidad humana sino por la disponibilidad de petróleo y la posibilidad de un negocio de trillones de dólares. Veremos que nunca fue diseñado para artefactos móviles.

Este fósil tecnológico tiene como 200 partes móviles en el sistema motor-transmisión. Algunos modelos incluso más piezas. Todo ingeniero mecánico sabe que cada pieza móvil de un ingenio sufre inevitablemente un desgaste por su mero funcionamiento. Y cualquier pieza que se dañe y deba cambiarse va a costarle al usuario mínimamente 30 USD, cuando como vimos eso no vale ni 5. No solamente eso, sino que el motor está sujeto a cuatro mil explosiones por minuto. ¿Que máquina puede aguantar eso? Esa es la razón de que todo automóvil empieza a llegar al mecánico a sólo 3 años de haberse comprado “cero kilómetros”, y cada vez más frecuentemente. En nuestra inocencia, creemos que es lo normal,  desperdiciamos gran parte de nuestra vida alimentando a este tragador insaciable que solamente nos da el privilegio de movilizarnos, porque aparte, tenemos que pagar el combustible, partes, impuestos, uso de la calle, seguros con sobreprecio, etc.
Y a pesar de que en los países desarrollados la gente cambia el automóvil a la primera señal de desperfecto, en países en desarrollo (90% del mundo) nos vemos obligados a mantener a como dé lugar nuestros vehículos, llegando al taller varias veces al año y cada vez más, para reparación, perdiendo incluso días buscando y comprando esos sobrevaluados repuestos y accesorios, alimentando a esos oligarcas que continúan recibiendo injustamente los dividendos por el esfuerzo de inventores de hace más de un siglo. Y nos es imposible librarnos de esta tiranía porque no hay alternativa. 

Lamentablemente, la industria del automóvil a gasolina se ha ocupado de eliminar toda otra alternativa como el auto eléctrico. Díganme si esto no es una verdadera esclavitud.

EL AUTOMOVIL ELECTRICO, LA VERDADERA JOYA TECNOLOGICA

¿Por qué la industria automotriz le tiene tanto miedo al automóvil eléctrico?. Por si no lo saben el primer automóvil del mundo, construido por Robert Anderson, Escocés, en 1832 y llamado Electric Carriage, fue precisamente eléctrico y no a gasolina. (Cugnot fabricó un automovil antes, en 1769, pero era a vapor. En realidad era una minilocomotora para la calle). El auto eléctrico beneficia al consumidor de muchas maneras. Primero: No es contaminante, y este es el punto más importante. Pero aparte de esto, veamos algunas ventajas que no son tan evidentes. Dijimos que el motor de un auto a gasolina tiene más de 200 partes móviles todas susceptibles de dañarse por la naturaleza explosiva de su funcionamiento. Un motor eléctrico SOLO TIENE UNA PARTE MOVIL: El rotor. Por lo tanto es mucho mas fácil de reparar y mantener. De hecho, la principal falla de un motor eléctrico, es simplemente que se queme el bobinado. Y rebobinar un motor es algo que incluso una persona normal puede realizar con herramientas comunes.

Es que el motor a gasolina nunca fue concebido para ser móvil. No solamente fue originalmente un motor estacionario debido a que la característica líquida de la gasolina exige que no esté sujeto a una fuerza de gravedad que no sea vertical, (y por lo tanto en un auto la inclinación y efectos del movimiento afectan su desempeño) sino que la dificultad de mantener una explosiva reacción electro-mecanica-química continuamente controlada, complica innecesariamente todo el proceso.

En el caso del motor eléctrico, la mayor parte de sus piezas no son pedazos de metal que deben corresponder a la marca modelo y año para funcionar, sino simples cables de diferentes medidas. Pero los cables siempre pueden cortarse y conectarse. Por tanto ya no hay tantos repuestos que comprar y toda reparación puede realizarse (otra vez:) con herramientas comunes. No hay cambio de aceite, y se puede recargar su batería durante la noche a través de un enchufe de 220 V domiciliario común. Es inmune a la escasez de gasolina.

El automóvil eléctrico no necesita caja de cambios ni embrague, mucho menos una costosa e innecesaria caja automática. Ocurre que el obsoleto motor a gasolina, tan primitivo como es, está sujeto a las restricciones de velocidad por las explosiones, e ingreso-evacuación de gases. Por eso, este anticuado motor sólo puede funcionar con cierta eficiencia entre 1500 y 3000 revoluciones por minuto. Esta característica desagradable, obligó a sus inventores a instalar caja de cambios, embrague y demás accesorios que complican y aumentan peso a este ya de por sí pesado armatoste. En un automóvil eléctrico, que tiene un torque máximo a 0 revoluciones, la aceleración se da mucho mejor y no necesita caja de cambios alguna, al poder funcionar tranquilamente de 0 a 40000 RPM sin afectar su rendimiento. Esta maravilla tecnológica, de una simplicidad única, gracias a sus inventores, como Nicola Tesla, puede dar a un automóvil eléctrico de producción en serie una aceleración de 0 a 60MPH en 4.9 segundos. Así como así supera en el cuarto de milla al Porsche 911, al Testarossa, y a casi todo automóvil deportivo de producción en serie. Y lo mejor, con mucho menos dispositivos y costo operativo. Electrónicamente gobernado, un elegante circuito de conmutación puede lograr esa proeza con simplemente presionar suavemente el acelerador.

Y ahora la característica que para el autor es la mejor de esta máquina, que gracias a Elon Musk, ha entrado en la corriente principal y va a reemplazar en breve al odioso tragador de gasolina: Es totalmente silenciosa. A diferencia del motor a explosión, que por eso justamente debe utilizar grandes silenciadores para eliminar el ruido de las miles de explosiones por minuto que necesita, y estos silenciadores, además le quitan potencia y reducen más aún su eficiencia, el motor eléctrico es tan silencioso que hay que ponerle sonido artificial para que la gente se dé cuenta que está circulando en las cercanías. Ahora déjenme decirles algo a los desubicados que creen apreciar un Laborghini Murcielago, un Ferrari F-50, o cualquiera de los “superautos” que solo vemos en televisión y que creen que sería un sueño tener en su garaje. Si se suben a una de esas locomotoras a gasolina, notarán que adentro de su cabina solo se escucha el ruido del motor. No se puede mantener una conversación con el pasajero (o mejor, la pasajera), ni hablar por el celular ni escuchar una buena pieza de rock, debido a lo ruidoso de esa máquina primitiva. Por favor, atrevámonos a exigir más, es un sacón  de onda imaginarse corriendo la autopista que rodea la playa de Malibú en California sin poder disfrutar la música de Miami Vice de Jan Hammer como se debe. Y si me dicen que les gusta escuchar ese ruido que para ellos es el “rugido del motor”, pues déjenme decirles que no conozco a nadie que tenga un CD o Pendrive con ese sonido ni que quieran escuchar esos ruidos cuando corremos por la carretera en su autito compacto.

LA HABILIDAD DE LA INDUSTRIA PARA CORROMPER AL AUTOMOVIL ELECTRICO

La industria automotriz tradicional ya metió sus manos en el auto eléctrico de todas maneras para beneficiarse también con este negocio. ¿por qué los autos eléctricos tienen precios incluso superiores a los autos a gasolina si sus componentes son mucho más baratos? Porque están aplicando la misma fórmula que los hizo ricos con el automóvil a gasolina. Diseñar todo accesorio para cada modelo y año. Siendo así que no es necesario. Están convirtiendo a los autos eléctricos también en joyas y el mundo está cayendo en su juego otra vez.

Pero no me malentiendan, no odio los carros (y apreciaré si me demuestran que me equivoco en este artículo). Yo soy de los que disfruta de la potencia de un V8 de doble tracción atravesando un lodazal en una zona remota donde apenas puedo confiar en mi amigo Roderick para auxilio si algo sale mal, eso es un placer que esta máquina a gasolina ha sido capaz de darme pero a un costo mucho mas alto del que debería. Y no olvidemos que no porque una actividad nos dé gran placer, quiera decir que vamos a seguir haciendo todo de la misma vieja forma. De todas maneras, las baterías de los autos eléctricos recién están en desarrollo y va a pasar algún tiempo aún para que igualen la autonomía y potencia de una camioneta o un Jeep para fuera de carretera. Pero en autos compactos, ya es una realidad y en vez de ponernos nostálgicos por despedir al motor de gasolina, que la verdad, hace medio siglo que debió haber desaparecido, abracemos el futuro y más bien no dejemos que la industria automotriz tradicional corrompa está límpida y nueva tecnología, cuyo precio es bastante bajo pero quieren continuar con los sobreprecios que cobran por el auto a gasolina.

Es interesante ver que algunas de las nuevas empresas fabricantes de autos eléctricos como Tesla no han sido fundadas por tradicionales industrialistas salidos de la corrupta industria del automóvil a gasolina, sino por Jóvenes emprendedores de Silicon Valley, principalmente hábiles electrónicos que comprendieron que pueden ofrecer una eficiente alternativa y mejor ingeniería. En el futuro cercano, si todo marcha bien, muchos jóvenes universitarios y público en general no tendrán que comprar un automóvil. Podrán ensamblarlo de la forma que hacen ahora con su PC de escritorio. De esa forma podrán comprar un chasis genérico en una ferretería e incorporar todos los componentes de acuerdo a su necesidad de potencia, velocidad, consumo, etc. Exactamente como cuando ensamblan su PC y a un costo mucho menor que comprando uno de marca. Asimismo, el ciudadano común podrá realizar muchas más reparaciones a un auto eléctrico al necesitar menos repuestos originales, y solucionando la mayor parte de los desperfectos con cables comunes de diferentes medidas, y utilizando herramientas eléctricas de uso habitual.

Es necesario realizar alguna acción consciente para liberarnos de esta conspiración que ha producido multimillonarios y supermillonarios a expensas de los ahorros de los ciudadanos del mundo entero.

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